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El odio va ganando.

Me encuentro sentado en mi oficina en un día nublado y verdaderamente conmovido por lo que he visto las ultimas 24 horas.

Por un lado, el seleccionado mexicano de futbol ha vencido a su similar de Alemania por primera vez en su historia. Como es de esperarse, esto atrajo mucha felicidad para los mexicanos que estamos hambrientos de triunfo ante las adversidades.

Todo lo lindo que sentí al ver a once jugadores partiéndose la madre por dar un juego perfecto, me lo opacaron tres videos. El primero, un grupo de mexicanos en Tijuana quemando la bandera alemana. Sí, así como hacen algunos países de medio oriente para demostrar su odio a los Estados Unidos.

El segundo un «influencer» que en su peda tira la bandera alemana en las calles de Rusia y se bombea a la bandera de Alemania. Curiosamente esta persona de origen judío, pueblo que ha sufrido más que ningún otro el odio de un grupo desquiciado.

El tercero, un señor sin piernas, en Rusia, que está sentado en su silla de ruedas festejando con una máscara de AMLO, acto seguido, llega un connacional y lo tira de la silla de ruedas.

Como remate, veo un artículo en El Universal Online de cómo están siendo tratadas las familias de los indocumentados y audios de los niños llorando por sus padres ante la burla de los agentes migratorios.

Mi pregunta es ¿Cómo llegamos a esto?

 

¿Por qué los primeros tipos demuestran su orgullo deportivo haciendo algo tan insultante como incinerar el símbolo de un país?

¿Por qué un youtuber con miles de seguidores hace algo así, en su peda o no, para ganar likes, views o seguidores?

¿Por qué un tipo decide que es molesto que alguien traiga una máscara de alguien con quién no está de acuerdo y lo violenta? Creanme, da igual si la máscara era de AMLO, Salinas, Porfirio Díaz o si el señor tenía piernas o no.

¿Por qué se encierra en jaulas a personas que buscaron el bienestar de su familia en otro país? País que tiene en uno de sus monumentos más emblemáticos la frase: “Give me your tired, your poor, your huddled masses yearning to breathe free.”

Todo esto me hace pensar que está ganando el odio. El odio es muy fácil, es impulsivo, es inmediato y carente de cultura.

El odio acaba de asesinar a tres activistas gay en Taxco esta semana.

El odio descuartizó un cuerpo y lo dejó tirado en Tlatelolco con una narco manta la noche del domingo.

El odio está separando familias, destruyendo relaciones, asesinando ideales.

Señoras y señores, el odio está ganando.

Por favor démonos cuenta que no hay poquito odio, o muchote odio. El odio se escala a maneras inimaginables, por eso quiero pedirles que amen, lo que quieran pero amen.

Amen a sus mascotas, a su familia, a sus parejas. Amen lo que hacen, sus decisiones, a su país, ¡Amen lo que comen!

Pero les suplico que empiecen a amar, porque humildemente creo que el odio está quemando la bandera de la humanidad.

2 Comments

  1. jade
    jade 19 junio, 2018

    Woooow!! me encantó el artículo!!! No pudiste explicarlo de una mejor forma. Aún me sorprendo al ver tanto odio saliendo por todos lados!! Gente lastimando a sus semejantes, gente lastimando animales, gente contaminando nuestro planeta, gente con tanta hambre de poder y ambición!!! Me pregunto…¿qué hace falta para que ya abramos los ojos y empecemos a cambiar?? Como bien dijiste……empecemos a AMAR.

    • Roger
      Roger 30 julio, 2018

      ¿Qué hace falta? Creo que tocar fondo como humanidad. Mi pregunta es ¿Se puede cambiar sin que haya tragedia? o tal vez ya es parte de nuestro ADN.

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